El té o infusión de linaza, semilla de la planta de lino,
cuyo nombre científico es Linum usitatissimum, posee muchos usos medicinales y
aplicaciones curativas que están determinados por las propiedades de los
principios activos presentes en su composición.
La infusión de linaza es muy útil para tratar problemas de
digestión lenta. Para esto es necesario dejar reposando durante 12 horas las
semillas de linaza, en un vaso de agua. Este brebaje se debe beber principalmente
en ayunas. Si se le añade anís, se suman las propiedades estomacales,
carminativas –para aliviar los gases-, antiespasmódicas y sedantes.
El té de linaza, tiene propiedades diuréticas, ya que actúa
estimulando la función renal, generando un aumento en la eliminación de
líquidos del organismo, debido a esto es muy útil para tratar casos de cistitis
e infecciones urinarias, también ayuda a prevenir la aparición de cálculos
renales. Además disminuye la inflamación de los riñones y también de la vejiga
e hígado.
Para la preparación de la infusión de linaza con anís, se
necesitan los siguientes ingredientes:
25 gramos de linaza.
1 cucharadita de anís.
1 litro de agua.
La preparación de la
infusión de linaza se realiza de la siguiente forma:
En primera instancia se coloca a hervir los 25 gramos de
linaza y el anís en el litro de agua en una olla.
Se debe dejar hervir por aproximadamente 20 minutos.
Luego se deja reposar unos 5 minutos, se cuela y se sirve.