LO QUE NO NOS CUENTAN....
Estamos
muy, muy desinformados:
Glosario:1)
Las vacunas impiden la inmunidad natural. 2) La vacunación no puso fin a las
epidemias. 3) Evidencias del daño de las vacunas. 4) El mercurio en las
vacunas. 5) Autismo por vacunación. 6) Terribles efectos secundarios al poner
la vacuna de la hepatitis B al nacer. 7) Vacuna Cáncer de Cérvix
Debido
a que la falta de información en torno a la vacunación es tan predominante,
muchos padres nunca se cuestionan si deberían o no vacunar a su hijo, pasando
por alto una de las decisiones más importantes que un padre puede tomar sobre
la salud de su hijo. Como la medicina convencional dice que la vacunación es
segura, la mayoría de los padres simplemente aceptan la vacunación,
completamente inconscientes de los peligros potenciales e incapaces de
reconocer una reacción seria cuando ésta ocurre. Y además como los
departamentos de salud del gobierno y el sistema escolar dan la impresión de
que la vacunación es una obligación para todos los niños, la mayoría de los
padres creen que se les requiere legalmente vacunar a sus hijos. Pero el hecho
es que somos libres de rechazar toda la vacunación, o adoptar un plan parcial
de vacunación, una decisión muy importante para la salud y el bienestar de su
hijo.
NOS
QUIEREN OBLIGAR, OTRA VEZ, A VACUNARNOS...
Una
vez más, 5 de septiembre 2010, el gobierno quiere forzar a todos a tomar sus
vacunas llenas de mercurio, especialmente niños. Alex Jones explica el fraude
de la gripe porcina, probado el año pasado, y nuevos avances que están
presentándose en esta temporada de enfermedades. También expone el plan
Rockefeller para disminuir a la población global esterilizando a la gente con
vacunas.
Alex
Jones: El encubrimiento de muertes por vacunas estalla mundialmente...
DESINFORMACIÓN
Debido
a que las vacunas son usadas predominantemente en nuestros inocentes hijos, la
mayoría de la gente asume que todas las vacunas han sido sometidas a pruebas y
rigurosos estudios probando que las vacunas son seguras y efectivas. A los
padres se les ha dicho muchas veces que las campañas de vacunación en masa
terminaron con múltiples epidemias en el mundo, que las vacunas son efectivas
previniendo las enfermedades a las que son dirigidas, que los efectos
secundarios son raros y generalmente consisten en brazos doloridos o fiebres
leves que se pasan rápidamente.
Sin
embargo, los padres que se toman el tiempo de indagar en la materia y retirar
ese velo de desinformación se encuentran con que estas afirmaciones carecen de
un respaldo científico sólido. No sólo nunca ha habido un único estudio a largo
plazo comparando la salud y el bienestar de los niños vacunados y los no
vacunados, sino que pueden encontrarse fácilmente múltiples ejemplos de niños
vacunados adquiriendo las mismas enfermedades contra la cual habían sido
vacunados. Es más, hay una evidencia abrumadora de que las vacunas pueden ser
extremadamente dañinas, pueden discapacitar permanentemente e incluso matar a
nuestros niños. Y el sistema actual de registrar y notificar las reacciones
adversas al Sistema Español de Farmacovigilancia (SEFV) es ejecutado descuidada
y pobremente, y es voluntario no obligatorio, incluso cuando un niño ha sido
discapacitado permanentemente o matado por una vacuna.
LAS
VACUNAS IMPIDEN LA INMUNIDAD NATURAL
Cuando
un niño es infectado por una enfermedad transmisible, su sistema inmunitario
responde a través de una sofisticada red de reacciones entrelazadas que pueden
producir inmunidad de por vida a enfermedades infantiles naturalmente
adquiridas. Estas milagrosas defensas existen, en parte, para evitar que los
microbios y virus invasores se apoderen de los sistemas y órganos del cuerpo.
Pero
las vacunas, que contienen virus vivos y muertos, bacterias muertas, ADN
modificado genéticamente y conservantes químicos, son inyectadas directamente
en el flujo sanguíneo, traspasando la respuesta inmunitaria natural. Esto priva
al organismo de la habilidad de desarrollar naturalmente una inmunidad de por
vida en toda su complejidad multifacética a enfermedades infantiles normales
como el sarampión, las paperas y la varicela. La vacunación en masa es un
intento del hombre de quitar la respuesta natural del desarrollo humano y
reemplazarla con una serie de infecciones y respuestas inmunitarias impuestas
artificialmente y determinadas por el plan de vacunación del médico.
DEMASIADAS INYECCIONES
Hace
treinta años, los niños recibían un total de cuatro vacunas, pero hoy, un niño
totalmente vacunado recibe la pasmosa cantidad de 37 a 50 vacunas durante sus
tempranos y formativos años de vida, cuando su sistema inmunitario es más
vulnerable. Incluso el sistema inmunitario de un adulto sería desafiado por
tantas vacunas en un periodo tan corto de tiempo. Mientras que los niños no
vacunados nunca desarrollarán cada enfermedad contra la que los niños son
vacunados, sus organismos son forzados por los planes de vacunación a responder
a todas. Además, la vacuna DPT fuerza una respuesta inmunitaria a la difteria,
el tétanos y la pertussis en el mismo día, un evento que nunca ocurriría en la
vida real. Es más, no hay virtualmente estudios o investigación científica
sobre los efectos de múltiples vacunas virales y bacterianas puestas en
combinación o en próxima sucesión, y cómo afectan al cuerpo humano.
EVIDENCIA DEL DAÑO DE LAS VACUNAS
La
profesión médica es extremadamente reacia a reconocer las reacciones adversas
de la vacunación, incluso cuando la reacción es instantánea u ocurre dentro de
unas pocas horas, e incluso con adultos que pueden verbalizar claramente sus
reacciones negativas, lo que los bebés no son capaces de hacer. Y como no hay
estudios que hayan seguido la pista a los efectos negativos que ocurren a largo
plazo, las reacciones que aparecen días, semanas o años más tarde son casi
nunca atribuidas a la vacuna.
Un
hecho poco conocido es que no existe ni un solo estudio que pruebe que las vacunas
son seguras a largo plazo. «Sería un estudio tan fácil de organizar. Se usan
tres grupos de niños: el primero totalmente vacunados, el segundo parcialmente
vacunados y el tercero sin vacunar. Luego se les sigue hasta 10 años y así
seremos capaces de ver los tipos de problemas que se están manifestando con
estas vacunas», dice Bárbara Loe Fisher, Presidenta del Centro Nacional de
Información sobre Vacunas (Referencias de las notas al final del artículo). Sin
embargo, la evidencia del daño de las vacunas no es realmente un secreto:
cientos de estudios médicos publicados han documentado tanto fracaso de las
vacunas como daños, aun así, los pediatras continúan vacunando y la mayoría de
los padres ignoran estos estudios.
Un
ejemplo muy conocido de una reacción negativa de una vacuna a largo plazo
ocurrió con la vacuna de la polio usada a finales de los 50 y a principios de
los 60. En esta vacuna se encontró contaminación con un virus de mono, SV40,
que había contaminado la vacuna durante su producción. Y aunque el virus fue
descubierto en 1960, la vacuna contaminada continuó administrándose a los niños
americanos durante tres años más con el total conocimiento de las autoridades
sanitarias del gobierno, hasta que fue retirada en 1963. Treinta años más
tarde, el SV40 ha sido aislado en cánceres de huesos, cerebro y pulmones de
adultos discapacitados y fallecidos. El desastre de la vacuna SV40 prueba una
conexión directa entre una vacuna y un cáncer de lento crecimiento que se
desarrolló décadas después de la vacuna. Desafortunadamente, las autoridades no
hicieron ningún esfuerzo en encontrar y seguir a los adultos receptores de la
vacuna, estudiar y catalogar su estado de salud, o notificar su nivel de
cáncer, aunque existía una clara oportunidad para estudiar los efectos a largo
plazo de una vacuna de una manera muy directa y concisa.
Reacciones
negativas retrasadas también han sido confirmadas por el trabajo de la doctora
Viera Scheibner, que desarrolló un estudio de control monitor para bebés en un
intento de prevenir el Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI). Su monitor
hace que suene una alarma si el bebé detiene su respiración o muestra pautas de
estrés respirando durante el sueño. Diseñando el monitor, ella no tuvo ninguna
intención preconcebida de seguir específicamente reacciones a la vacunación, ya
que ella nunca concibió el hecho de que las vacunas fueran de algún modo
problemáticas o dañinas.
En
el curso del seguimiento de la respiración de los bebés durante la noche, grabó
su pauta respiratoria tras la inyección de DPT. Descubrió que la vacuna les
causaba a los bebés una cantidad considerable de estrés y que este estrés
mostraba una uniformidad notable, con picos los días 2 o 5 inmediatamente
después de la vacuna, o reacciones retardadas los días 15 a 16 o 20 a 25 en
bebés que se recuperaron y aquellos que posteriormente murieron de SMSI. El
monitor de Scheibner probó que la muerte debido a la vacuna algunas veces
ocurre semanas después de la inyección, en correlación con las pautas de estrés
que identificó. De todos modos, el periodo de tiempo más largo les proporciona
a los médicos y a las autoridades sanitarias cualquier excusa para no
atribuirlo a la inyección de DPT.
REACCIONES ADVERSAS NO DENUNCIADAS O
REGISTRADAS
Uno
de los grandes peligros de la actual mentalidad pro-vacunas es el hecho de que
muy raramente se da parte de las reacciones negativas o éstas son denunciadas,
además de que el sistema que se encarga de registrarlas tiene problemas
normalmente con ello. Cuando una vacuna se lanza al mercado, la vigilancia
post-marketing se supone que sigue la pista a cualquier reacción negativa de
los millones de personas que reciben la nueva vacuna. Sin embargo, no sólo es
totalmente voluntario el sistema de informar de las reacciones adversas, el 90-99
% de todas ellas nunca son denunciadas, según David Kessler, director de la FDA
durante los 90. Y no hay nadie que te pueda asegurar que los informes llevados
directamente a las compañías farmacéuticas sean luego enviados a la FDA, el
proceso es controlado enteramente por el "sistema del honor".
Un
ejemplo muy claro de la pobre documentación adversa ocurrió durante el reciente
Programa de Vacunación contra la Varicela de 2003 del Presidente Bush. Antes
del programa, a la población se le dijo repetidamente que se esperaban tasas de
fallecimiento por la vacuna de uno a dos por millón. De hecho, hubo tres
muertes (de las que nosotros sabemos) entre los aproximadamente 36.000 civiles
y unos pocos cientos de convencidos seguidores que fueron vacunados. Esto hace
que la tasa de fallecimiento sea 80 veces más alta que aquella que el CDC le
dijo al público que se esperaría. Reacciones adversas serias como hinchazón del
cerebro, inflamación del corazón, ataques al corazón, ulceración incontrolada
de la piel, entre otros, aparecían en uno de 583 casos, tasa siete veces más
alta que la original estimación del CDC de uno de 4.000. Y todavía las
autoridades sanitarias y los medios de comunicación dominantes continúan usando
los antiguos e inexactos números en vez de una estimación actualizada del
riesgo como deberían.
Incluso
peor, estos números fueron probablemente en su mayor parte no notificados, ya
que, al igual que con las vacunaciones infantiles, dar parte de las reacciones
adversas durante la vacunación contra la varicela no era obligatorio y era
también limitado a una franja de enfermedad de 2 a 4 semanas después de la
vacuna. ¿Cuál sería la tasa de muerte y daño de la vacuna durante los
siguientes pocos meses o años? Todos estos importantes riesgos deberían haber
sido estudiados y seguidos para una evaluación honesta del verdadero riesgo de
la vacuna, pero los investigadores perdieron esta oportunidad tan valiosa
debido al típico sistema incompleto y vergonzoso de registrar las reacciones
que refleja la pobre ciencia que hay detrás del desarrollo de las vacunas.
LA VACUNA DE LA HEPATITIS B AL
NACIMIENTO
Echemos
una mirada ahora a la vacuna de la Hepatitis B como una manera de examinar los
problemas en el desarrollo y la introducción de cualquier nueva vacuna.
La
hepatitis B es primariamente una enfermedad adulta transmitida a través de la
sangre y los fluidos corporales. Las poblaciones de alto riesgo son:
drogadictos, heterosexuales y homosexuales con muchas parejas sexuales,
trabajadores de la salud expuestos a sangre, y bebés nacidos de madres
infectadas. En 1996, 270 niños de menos de 14 años fueron infectados con la
hepatitis B, con sólo 54 casos en el grupo de edad de 0-1 año.
A
pesar del bajo riesgo de los niños en general, y a pesar de la facilidad de
identificar a los niños en riesgo sólo haciendo pruebas específicas a las
madres antes del nacimiento, el CDC añadió la vacuna contra la hepatitis B al
plan recomendado de vacunación en 1991, con la primera de las tres dosis para
ser administrada el primer día de nacimiento antes de abandonar el hospital. En
1986, Merck & Co. empezaron a vender la primera vacuna contra la hepatitis
B genéticamente modificada. Un flagrante ejemplo de la pobre ciencia detrás del
desarrollo de las vacunas, la FDA aprobó la vacuna para su uso sólo después de
que 1.636 dosis de Recombivax HB fueran administradas a sólo 653 niños que
fueron posteriormente monitorizados durante sólo 5 días después de cada dosis.
Como la vacuna es recomendada para el primer día de vida, a Merck se le
pidieron datos de seguridad en recién nacidos. Ellos respondieron, "No
tenemos ninguno. Nuestros estudios se hicieron en niños de 5 y 10 años. “Pero
fueron más lejos, Merck admitió en 1996 que no había datos "disponibles de
la administración simultánea de Recombivax HB con otras vacunas" incluso
aunque a los niños se les administran rutinariamente otras vacunas junto con la
vacuna Recombivax HB.
Desde
la introducción de esta vacuna, ha habido cientos de informes en la literatura
médica (la mayoría publicados en revistas médicas internacionales fuera de
Estados Unidos) citando enfermedades del sistema nervioso central, esclerosis
múltiple, síndrome de Guillain-Barre, artritis, graves erupciones cutáneas,
fiebre, fatiga crónica y Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI) como un
resultado directo de la vacuna. Los padres han rellenado decenas de miles de
informes de reacciones adversas, incluyendo visitas a urgencias,
hospitalización y muertes. Un estudio en Nueva Zelanda informaba sobre un
aumento del 60 % en la diabetes juvenil tras una masiva campaña para vacunar a
bebés de 1988 a 1991 con la vacuna de la Hepatitis Incluso la misma compañía
Merck admite la existencia de quejas sistémicas de fiebre, dolor en las
articulaciones, fatiga y debilidad en hasta el 17 % de todas las inyecciones de
hepatitis B. Y quizás lo más contundente de todo esto, más del 50 % de los
médicos encuestados en el Reino Unido rechazaron ponerse la vacuna hepatitis B
ellos mismos, citando los conocidos peligros de la vacuna, y eso siendo ellos
profesionales médicos que trabajan en hospitales y que pertenecen por tanto a
un grupo de alto riesgo expuesto a sangre y a agujas a diario en su trabajo.
Pero
lo más inquietante es la pregunta fundamental de por qué esta vacuna fue recomendada
para bebés en primer lugar. En 1996, había 1.080 informes de reacciones
adversas entre bebés de 0 a 1 año por la vacuna, incluyendo 47 muertes. Si sólo
el 10 % de las verdaderas muertes y daños están siendo denunciados -una
estimación muy optimista- esto significa que realmente hubo 10.800 reacciones
adversas y 470 muertes por la vacuna. Sin embargo, en ese mismo año, sólo hubo
54 casos infectados con la enfermedad en el grupo de 0 a 1 año. Esta aterradora
ecuación revela que por cada niño que adquiere la hepatitis B, la vacuna mata a
9 bebés y daña a 200.
¿Por
qué someter a decenas de millones de bebés a los conocidos peligros de esta
vacuna cuando los pocos bebés que realmente están en riesgo de padecer la
enfermedad pueden ser identificados simplemente haciendo un screening a la
madre?
Y
finalmente, incluso si los padres optan por incluir esta vacuna en el plan de
vacunación de su hijo, ¿por qué se administra ésta en el día del nacimiento?
Los padres necesitan tiempo para conocer a su hijo primero, para que así puedan
comparar el estado de salud del bebé antes y después de la vacunación, de forma
que cualquier daño pueda ser notado, seguido y tratado. Además de los problemas
con las vacunas de ingeniería genética, muchas vacunas, en especial la MMR, la
de la varicela y las de la polio de Sabin, inyectan virus vivos dentro del
cuerpo. Varios estabilizadores y conservantes se añaden incluyendo formaldehído,
plomo, aluminio y MSG (mono glutamato sódico). Cantidades desconocidas de ARN
(ácido ribonucleico) y ADN de cultivo de tejido animal y humano han sido
encontradas también. Y aunque grupos de padres preocupados han luchado por la
eliminación del conservante hecho con mercurio, el thimerosal, de las vacunas,
la industria farmacéutica todavía usa mercurio en las vacunas de la gripe, una
nueva adición al plan de vacunación recomendado para niños que empieza a los 6
meses. Adicionalmente, la industria médica continúa usando montones de vacunas
conteniendo thimerosal hasta que las existencias se agoten, en vez de sacarlas
del mercado inmediatamente, como deberían.
EL MERCURIO EN LAS VACUNAS Y EL
AUTISMO
La
conexión mercurio-autismo ha salido a la luz pública con la publicación de
"Inmunidad Mortal" (Deadly Immunity), de Robert F. Kennedy, Jr. en el
número de julio de la revista Rolling Stone, simultáneamente con la publicación
en la revista Salon. Kennedy describe una reunión en el Centro para el Control
y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) que tuvo lugar en junio del 2000
en la cual el epidemiólogo Tom Verstraeten presentó evidencia ante la industria
y los oficiales del gobierno que el thimerosal, el conservante basado en
mercurio presente en las vacunas, era responsable de la epidemia de autismo en
los niños americanos. En lugar de tomar medidas inmediatas para alertar al
público y deshacerse del suministro de thimerosal de las vacunas, los presentes
pasaron el resto del encuentro discutiendo las formas de esconder los
preocupantes datos.
Posteriormente,
poderosos amigos en el Congreso han tratado de proteger a los fabricantes de
vacunas con legislación que les escudará de más de 4.000 demandas pendientes.
El Senador Bill Frist, que ha recibido 837.000 dólares en contribuciones de la
industria farmacéutica, deslizó silenciosamente una cláusula adicional en el
proyecto de ley de seguridad interior, llamada "Eli Lilly Protection
Act". Esta medida fue revocada por el Congreso en 2003 pero a principios
de este año, Frist coló otra disposición en un proyecto de ley anti-terrorista
que negaría las compensaciones económicas a los niños que sufren de trastornos
cerebrales relacionados con las vacunas. "Las demandas son de tal magnitud
que podrían echar a la calle a los fabricantes de las vacunas y limitar nuestra
capacidad de enfrentarnos a un ataque biológico de los terroristas",
declaró Andy Olsen, un asistente legislativo de Frist.
Más
de 500.000 niños sufren de autismo, con 40.000 nuevos casos diagnosticados cada
año. La enfermedad era desconocida hasta 1943, cuando fue identificada y
diagnosticada entre once niños nacidos después de que el thimerosal fuera
añadido por primera vez a las vacunas de los bebés en 1931.
El
CDC responde a la ira de los padres y a la publicidad negativa citando estudios
que reivindican el thimerosal, estudios que los oponentes afirman están
falsificados y son altamente sospechosos. "No podrías construir un solo
estudio que muestre que el thimerosal es inocuo", dice el Dr. Boyd Haley,
una de las autoridades mundiales en toxicidad del mercurio y jefe del
departamento de química de la Universidad de Kentucky. "Es simplemente
demasiado tóxico. Si inyectas thimerosal en un animal, su cerebro enfermará. Si
lo aplicas a tejido vivo, las células mueren. Si lo pones en una placa de Petri,
el cultivo muere. Sabiendo estas cosas, sería increíble que uno lo pudiera
inyectar en un bebé sin causar daños".
Documentos
internos revelan que Eli Lilly, que fue la primera compañía farmacéutica que
desarrolló el thimerosal, sabía desde el principio que su producto podía causar
daños. Pero los atractivos beneficios valían más que la preocupación de la
compañía por los ciudadanos. El thimerosal le permite a la industria
farmacéutica envasar las vacunas en viales que contienen múltiples dosis. Los
viales más grandes cuestan la mitad de producir que los más pequeños, de una
sola dosis, y por tanto hacen que los programas de vacunación en masa sean más
rentables.
La
introducción del thimerosal en las vacunas coincidió con un aumento del número
de vacunas que recibían los niños. Los bebés que reciben todas sus vacunas, más
los refuerzos, para la edad de 6 meses están expuestos a niveles de
etilmercurio, inyectados directamente en la corriente sanguínea, 187 veces
mayores que el límite de la EPA (Agencia para la Protección del Medio Ambiente
de EE. UU) de exposición diaria al metilmercurio, una neurotoxina similar a la
anterior.
Kennedy describe un
escándalo creciente que tiene el potencial de acabar con la industria
farmacéutica.
Para leer este artículo,
ir a www.rollingstone.com/politics/story/_/id/7395411.
FAMILIAS «COMPENSADAS» POR LA PÉRDIDA
DE SU HIJO
Debido
al aumento dramático del número de daños causados por las vacunas infantiles
durante las pasadas décadas, el Congreso promulgó el National Childhood Vaccine
Injury Act en 1986, poniendo en marcha un fondo para compensar a los padres por
el daño o la muerte causada a sus hijos (como si unos padres pudieran ser
alguna vez «compensados» por la pérdida de su hijo debido a la vacunación...).
Los padres tienen que hacer una solicitud a este fondo como primer paso cuando
su hijo haya sido dañado; así, el fondo sirve para proteger a la compañía
farmacéutica de toda responsabilidad inicial. Hasta la fecha, el fondo ha
pagado más de 1,2 billones de dólares a padres con más de 12.000 informes
hechos cada año. Esto es un número asombroso considerando cuántas reacciones
ocurren que las autoridades médicas no quieren atribuir a la vacuna. Y si David
Kessler está en lo correcto y el 90-99 % de todos los daños nunca son
reportados, el verdadero número de niños dañados o matados por las vacunas
sería de 1,2 millones o más por año.
Las
excelentes organizaciones que trabajan informando a los doctores y a los padres
de los riesgos de las vacunas describen las angustiosas llamadas de teléfono
que ellos reciben, que relatan la devastación, culpa, confusión y sufrimiento
que siguen. Los padres describen a bebés que unas horas o unos días después de
su vacunación, tienen fiebre, se vuelven inquietos o apáticos, caen en sueños
profundos intercalados por gritos desgarradores, arquean sus espaldas de forma
extraña mientras lloran, caen en comas o ataques repetitivos, se sacuden o
están con la mirada perdida en blanco. O los padres describen un empeoramiento
general en la salud con constantes infecciones de oído, repentinas
sensibilidades a alimentos o alergias, problemas de sueño, asma, erupciones
cutáneas, y ausencia de avances en el desarrollo reemplazados por torpeza de
movimientos.
Muchos
padres y médicos creen que el espectacular aumento de enfermedades crónicas
infantiles es una reacción a las docenas de vacunas que son ahora parte del
plan de vacunación estándar. Hace cincuenta años, el autismo afectaba a menos
de 1 de cada 10.000 familias, pero ahora 1 de cada 68 familias tienen un niño
autista. La tasa de niños escolares con autismo ha aumentado un 1.700 %
nacionalmente de 1992 a 2002, creando un gran agotamiento de recursos en las
familias, las escuelas y los servicios sociales que nunca podrá ser remediado
si la verdadera causa es la vacunación como muchos sospechan, y la solución
nunca es vislumbrada. El asma, la diabetes, el déficit de atención infantil y
la obesidad también han aumentado de forma alarmante entre los niños. Habiendo
demostrado el desastre de la polio SV40 lo que puede pasar, «podríamos estar
intercambiando paperas y sarampión durante la infancia, por cáncer y leucemia
en adultos», dice Barbara Loe Fisher.
¿FUNCIONAN REALMENTE LAS VACUNAS?
Incluso
si los padres experimentan por sí mismos los riesgos de las vacunas, sus
médicos les aseguran que el riesgo vale la pena por el casi seguro beneficio de
estar libre de una enfermedad infecciosa que el niño puede coger. Sin embargo,
en múltiples casos, las vacunas simplemente no han funcionado contra la
enfermedad que son destinadas a prevenir. Una encuesta de 1978 en 30 estados
mostró que más de la mitad de todos los niños que contrajeron sarampión habían
sido completamente vacunados. Suecia abandonó su vacunación de la tos ferina después
de examinar 5.140 casos de esta enfermedad en 1978 y encontrar que el 84 %
habían sido vacunados tres veces. Un artículo de 1990 de la revista de la
American Medicine Association afirmaba que «Aunque más del 95 % de los niños en
edad escolar en los Estados Unidos son vacunados de sarampión, grandes
estallidos de la enfermedad continúan ocurriendo en las escuelas y en la
mayoría de los casos. . . ocurren entre niños previamente vacunados». La
literatura médica está repleta de ejemplos del fracaso de la vacunación en su
tarea de proteger contra enfermedades comunes infantiles.
Pero
en vez de aceptar la premisa de que el sistema completo de vacunación es
fundamentalmente un engaño, la industria médica llama a cada vez más
vacunaciones y revacunaciones, sin ningún estudio sólido y a largo plazo para
ver si la inmunidad es realmente alcanzada y, si es así, por cuánto tiempo.
LA VACUNACIÓN NO FUE LO QUE PUSO FIN A
LAS EPIDEMIAS
A
todos se nos ha enseñado que la vacunación terminó con las mayores y más
mortales epidemias mundiales. Sin embargo, una honesta y cuidadosa revisión de
las fuentes históricas médicas originales, de las publicaciones y de las
estadísticas de los pasados doscientos años, nos muestra que las enfermedades
infecciosas descendieron un 90 % antes de que la vacunación en masa fuera
introducida.
Los
expertos atribuyen el cese de las epidemias no a la vacunación masiva, sino a
un gran movimiento de reforma sanitaria que barrió Europa a partir del año
1800. Estas reformas incluyeron la retirada de la basura y los deshechos
humanos de las calles a través de sistemas de fontanería; la limpieza regular
de los establos y las calles de excrementos de caballo y desperdicios humanos;
la mejora de las carreteras de forma que las carnes, los vegetales y la leche
cruda pudieran ser distribuidos a las ciudades cuando se encontraban frescos; y
la modernización de los sistemas de distribución de agua para prevenir la
contaminación bacteriana
Todas
las antiguas epidemias del terror, la peste negra y el cólera, respondieron a
estas reformas, y las epidemias descendieron durante los años 1800, mucho antes
de la llegada de la vacunación. Incluso el CDC informó en 1999 que las enfermedades
infecciosas descendieron en el siglo pasado debido a mejoras en la sanidad, el
agua y la higiene. La vacunación contra la tos ferina, la difteria, el
sarampión y la polio tuvieron lugar todas justo al final del ciclo de vida de
cada epidemia, exponiendo así la falacia de la afirmación de que la vacunación
acabó con las epidemias
La
única excepción a este descenso es la varicela, que, contrariamente a todo lo
que se nos ha enseñado, aumentó con la venida de una vacunación obligatoria y
descendió sólo después de un levantamiento organizado de padres y médicos
forzando a los gobiernos europeos a suprimir sus programas obligatorios de
vacunación contra esta enfermedad. Aunque la Organización Mundial de la Salud
se atribuye el mérito de la erradicación de la varicela mundialmente gracias a
la vacunación, el hecho es que la varicela descendió en todos los países
estuviera o no la población vacunada. Como dijo el doctor Glen Dittman en 1986,
«Es patético y ridículo decir que hemos vencido a la varicela con las vacunas,
cuando sólo el 10 % de la población fue vacunada».
LAS VACUNAS MATAN (O TE DEJAN TONTO)
Las
vacunas producen autismo en los niños...
El
texto que les presento a continuación es el último apartado del reportaje sobre
el conservante de mercurio que llevan las vacunas contra la gripe A que estos
días se están administrando en nuestro país, y en toda Europa.
A
continuación del mismo les adjunto las cuatro partes en que he dividido dicho
trabajo para publicarlo en este blog y así podrán hacerse una idea de cómo era
el texto original.
"Ahora
entiendo por qué cuando Alejandro era vacunado tenía que soplar sus ojos
mientras lo acunaba, se quedaban abiertos. Cuando Alejandro era vacunado su
temperatura subía irremediablemente. Al día siguiente de un cóctel de vacunas
su cuerpo se llenó de granos. Ahora entiendo por qué mi mujer y yo siempre
decíamos ‘el niño está bien venimos de vacunarlo y lo malito que se pone, joder
con la vacuna'. Sigo sin entender por qué han envenenado a mi hijo, porqué nada
más salir del vientre de su madre le inyectaron mercurio. Sigo culpándome de no
haberme dado cuenta antes".
LA LIGA PARA LA LIBERTAD DE VACUNACION es una asociación plural de
ciudadanos (profesionales y usuarios de la sanidad), preocupados por la rigidez
e indiscriminación de los programas vacunales. Nace en Barcelona a finales de
1989 y desde marzo de 1992 está inscrita en el registro de asociaciones (nº
107.435). Somos una asociación sin fines lucrativos, independiente de vínculos
e intereses corporativos, económicos e ideológicos, y mediante el trabajo
voluntario de sus miembros pretende, entre otros fines, dar a conocer una
información libre, contrastada y crítica sobre las vacunas y las consecuencias
que provoca.
Os
recuerdo que la vacunación en España NO ES OBLIGATORIA, excepto en caso de
pandemia reconocida por la OMS (adjunto documentación).
También
os recuerdo que cuando vayáis a vacunaros podéis solicitar al médico que os
firme un documento sobre la seguridad de la vacuna que os váis a poner. Si se
negara a firmarlo, no tenéis ninguna obligación moral de poneros la vacuna
(adjunto documento).
DOCUMENTOS IMPRESCINDIBLES
Solicitud
de Garantía sobre la Seguridad de las Vacunas a emitir por los profesionales de
Medicina
EL
Ministerio de Sanidad y Política Social informa en su página web que el
calendario de vacunación en España no es obligatorio, sino recomendado. El
último calendario aprobado por el Consejo Interterritorial del SNS, y en el que
tal como figura en el mismo, es el recomendado.
https://www.youtube.com/watch?v=u_gE9Oa0hH0
Por
favor, no dejéis de ver la entrevista a Ana Medina, con los efectos secundarios
que se desencadenaron después de vacunar a su hijo...
Nuevo
estudio muestra que las vacunas causan los cambios cerebrales encontrados en el
autismo
Un
crecimiento y una función anormal del cerebro son característicos del autismo,
un trastorno del desarrollo cada vez más común que afecta actualmente a un niño
estadounidense de cada 60.
Una
nueva investigación en la Universidad de Pittsburgh y del Thoughful House
Center para niños en Austin, Texas, ha encontrado cambios cerebrales muy
similares a los observados en el autismo en bebés monos que recibieron el mismo
programa utilizado en los EE.UU. en los años ' 90 con las vacunas que contienen
timerosal, el conservante a base de mercurio comúnmente utilizados entonces y
ahora.
Los
descubrimientos fueron publicados en la revista científica "Acta
Neurobiologiae experimentalis". Fueron utilizados técnicas de Scaner que
evaluaron a través del tiempo tanto la función cerebral como el crecimiento del
cerebro en los mismos animales. El equipo de investigación fue capaz de ver las
diferencias en el modo en que se han desarrollado los cerebros de los animales
vacunados de los no vacunados. Las exploraciones fueron realizadas antes y
después de la primera administración de las vacunas triple viral (sarampión -
rubéola - paperas) y la vacuna DTaP / Hib que se administró en los seres
humanos a los 12 meses de edad.
A lo
largo del periodo de estudio, los animales vacunados mostraron un incremento en
el volumen total del cerebro - una característica de los cerebros de muchos
niños con autismo - respecto a los animales no vacunados. Una parte específica
del cerebro, sin embargo, asociadas a respuestas emocionales que se sabe que
son importantes en el autismo, la amígdala, no mostraron alteraciones hasta
después de la administración de vacunas realizada a los 12 meses. Además, sólo
despues de la vacuna de los 12 meses, las exploraciones funcionales del cerebro
han mostrado diferencias significativas entre los dos grupos. Estas
exploraciones estaban dirigidas a valorar la actividad funcional de los
receptores de compuestos tipo morfina (opioides) que tienen un importante papel
en los cerebros de los niños que sufren de autismo. La vacuna se asoció con un
aumento en la actividad de ligar los opioides a los receptores en la amígdala
en comparación con una disminución observada en el grupo de animales no
vacunados.
Los
resultados indican que las vacunas múltiples durante los primeros 3-4 meses
puede tener un impacto decisivo en el crecimiento del cerebro y su desarrollo
en una forma consistente con los hallazgos sobre el autismo. Para la amígdala,
los nuevos resultados de crecimiento y la función anormal parecen estar
vinculadas a MMR, DTaP y Hib realizadas a los 12 meses.
En
el editorial que acompañaba al estudio, el Dr. Kris Turlejski, el editor jefe
de la revista, describió los hallazgos como "alarmantes",
"Sosteniendo la posibilidad de que exista una conexión entre la vacunación
precoz y la etiología del autismo".
En
el mismo tipo de monos, el equipo de investigadores ha identificado un retraso
en la adquisición de los reflejos de las vías de la médula oblonga en las crías
expuestas en el primer día de vida (¡Cómo los niños americanos!) a la vacuna
contra la hepatitis B que contiene timerosal en comparación con los animales no
vacunados. Se está llevando a cabo una segunda fase más extensa del estudio
para ver si estos resultados pueden ser replicados.
El Dr. Andrew Wakefield, que no es un autor,
pero lo ha apoyado durante el proyecto, dijo: "Espero que este estudio no
sólo contribuya a la comprensión de los orígenes del autismo, sino que también
proporcione una dirección sobre la forma de probar nuevos tratamientos que
puedan hacerse con seguridad para el autismo y las vacunas ".
Referencias:
Hewitson Laura, Brian J. Lopresti, Carol Stott, N. Scott Mason y Jaime Tomko.
Influencia de las vacunas pediatricas en el crecimiento en la amígdala y la
unión del ligando opioide en bebés de macacos rhesus: Un estudio piloto. Acta
Neurobiol Exp. 2010. 70: 147-164
Kris
Turlejski. Focus on Autism Editorial Comment Acta Neurobiol Exp 2010. 70:
117-118
http://www.emergenzautismo.org/content/view/815/48/
EL
PAÍS
En
junio de 2011 el periódico El País, mediante el artículo de un presunto
analista Ricardo Querol, manipulaba a sus lectores explicando las maldades de
los que no vacunan a sus hijos. Y de paso, los demonizaba y les echaba todas
las culpas de los nuevos casos de sarampión que están apareciendo en España.
Yo
me pregunto ¿porque este ser humano se encoleriza con los que no se vacunan?
¡Déjelos en paz, caballero! Estos padres ya son mayorcitos para ser
responsables de sus actos y sus consecuencias, respecto de sus hijos.
LA GRAN MANIPULACIÓN
Este
hombre decía que los no vacunados ponían en peligro a la población ¿Qué
peligro? Si el resto de la población está vacunada contra el sarampión -y de
las decenas de vacunas que nos van intentando imponer día a día- no entiendo por
qué deben preocuparse de los que eligen no vacunarse. Es imposible que los
contagien ¿o no es así?
Este
caballero debería saber algo: ¡El 50% de los niños que se vacunan contra el
sarampión caen enfermos después de la vacunación!
Por lo tanto, los que contagian a los
demás son los que sí se vacunan...
Querol
hacía referencia a un artículo de Andrew Wakefiled publicado, en 1998, en la
prestigiosa revista científica The Lancet, y que posteriormente fue retirado
-por presiones de multinacionales farmacéuticas- porque no era exacto. El
artículo se refería a la relación de la vacuna triple vírica con el autismo en
los niños vacunados. Al parecer los grupos anti vacunación se habían protegido
con la bandera de la verdad y la razón, equivocadamente, basándose en un
estudio erróneo.
De
lo que no habla Querol es de todos los estudios posteriores que se han hecho
sobre el autismo y que confirman que hay una clara relación de esta enfermedad
con las vacunas.
Pero
es muy fácil asustar a la población y manipular a los lectores diciéndoles que
los "anti-vacuna" son unos irresponsables, que se mueven en los foros
esotéricos y que no tienen conocimiento alguno.
Señor
Querol: entre los "incultos" que no desean ser vacunados hay médicos,
enfermeros, abogados, científicos, investigadores, ingenieros, monjas...
Cientos de miles de personas que tienen otra visión de la vida, y que están
hartos de que "sesudos analistas", como usted, den una visión sesgada
de la realidad.
ASPECTOS ADVERSOS DE LA VACUNA CONTRA
EL SARAMPIÓN.
Alrededor del 5% al 15% de los receptores de vacuna susceptibles presenta una
temperatura de 39,4 °C (103 °F) o más alta, en general de 6 a 12 días después
de recibir la vacuna MMR; por lo general la fiebre dura de uno a dos días, pero
puede persistir hasta cinco días. Los individuos con fiebre no suelen presentar
otros síntomas. Se han comunicado exantemas transitorios en alrededor del 5% de
los vacunados. Se observa trombocitopenia transitoria en 1 de 25 000 a 1 en 2
millones de individuos después de la administración de vacunas con componente
antisarampionoso, específicamente MMR.
Las
tasas de la mayoría de los acontecimientos adversos locales y sistémicos fueron
comparables en los niños inmunizados con vacuna MMRV y los inmunizados con
vacuna MMR y antivaricelosa administradas simultáneamente. Sin embargo, la tasa
de fiebre >38,9 °C (>102 °F) fue significativamente mayor en los que
recibieron MMRV que en los que recibieron MMR y antivaricelosa (21,5% frente a
15%, respectivamente) y se observó exantema similar al del sarampión en el 3%
de los vacunados con MMRV y el 2% de los vacunados con MMR y antivaricelosa.
En
los Estados Unidos la frecuencia comunicada de trastornos del sistema nervioso
central después de la vacunación antisarampionosa, incluidas encefalitis y
encefalopatía, es de menos de 1 por millón de dosis aplicadas. Debido a que en
ese país la incidencia de encefalitis o encefalopatía después de la vacunación
antisarampionosa es más baja que la incidencia observada de encefalitis cuya de
causa se desconoce algunos o la mayoría de los trastornos neurológicos graves
comunicados rara vez pueden estar relacionados de manera coincidente, más que
causal, con la vacuna antisarampionosa. Si bien se han comunicado casos de
autismo y enfermedad inflamatoria intestinal después de la vacunación
antisarampionosa, múltiples estudios, así como una Revisión de la seguridad de
las vacunas del Institute of Medicine (Institute of Medicine Vaccine Safety
Review), refutan una relación causal entre estas enfermedades y vacuna MMR.
Después de la revacunación, se prevé que las reacciones serán similares pero
mucho menos frecuentes porque la mayoría de estos vacunados son inmunes.
Convulsiones. Los niños predispuestos a
convulsiones febriles pueden presentar convulsiones después de la vacunación
antisarampionosa. Si bien el riesgo de convulsiones puede ser ligeramente mayor
en los niños con antecedentes de convulsiones o cuyos familiares directos
tienen antecedentes convulsivos, se los debe vacunar porque los beneficios
superan mucho a los riesgos.
Panencefalitis
esclerosante subaguda. La vacuna antisarampionosa, al proteger contra el
sarampión, disminuye de manera significativa la posibilidad de presentar PEES.
PRECAUCIONES Y CONTRAINDICACIONES.
Enfermedades
febriles. Los niños con enfermedades menores, como infecciones de las vías
aéreas superiores, pueden ser vacunados. La fiebre no es una contraindicación
de la vacunación. En cambio, si otras manifestaciones sugieren una enfermedad
más seria, no se debe vacunar al niño hasta que se haya recuperado.
Reacciones
alérgicas. Las reacciones de hipersensibilidad son raras y, por lo general, son
menores; consisten en una pápula y reacciones eritematosas o urticaria en el
lugar de la inyección. Se han atribuido a vestigios de neomicina o gelatina, o
algún otro componente de la formulación de la vacuna. La anafilaxia es rara. La
vacuna antisarampionosa es producida en cultivo de células de embrión de pollo
y no contiene cantidades significativas de proteínas de reacción cruzada con la
clara de huevo (ovoalbúmina). Los niños con alergia al huevo tienen bajo riesgo
de reacciones anafilácticas a las vacunas con componente antisarampionoso
(incluida MMR). En los niños la investigación cutánea de alergia al huevo no
predice reacciones a la vacuna MMR y no es necesaria antes de administrar MMR
ni otras vacunas con componente antisarampionoso. Los individuos con alergias a
pollos o plumas no corren mayor riesgo de reacción a la vacuna.
Los
individuos que hayan tenido una reacción de hipersensibilidad significativa
después de la primera dosis de vacuna antisarampionosa deben 1) ser
investigados para determinar si hay inmunidad contra el sarampión y, si son
inmunes, no deben recibir una segunda dosis o 2) ser evaluados e investigados
mediante una prueba cutánea antes de recibir la segunda dosis. No se debe
revacunar a los que hayan presentado una reacción anafiláctica inmediata a la
vacunación antisarampionosa previa, pero se los debe investigar para determinar
si son inmunes.
Los
pacientes que hayan presentado reacciones anafilácticas a la gelatina, o a la
neomicina tópica o por vía sistémica, deben recibir la vacuna antisarampionosa
sólo en contextos donde se puedan manejar estas reacciones y después de
consultar con un alergólogo o un inmunólogo. Sin embargo, la mayoría de las
veces, la alergia a la neomicina se manifiesta por dermatitis de contacto, que
no es una contraindicación para recibir vacuna antisarampionosa.
Trombocitopenia. Rara vez la vacuna MMR se asocia con
trombocitopenia dentro de los dos meses de la inmunización, y cuando ocurre es
2 a 3 semanas después de la inmunización. Sobre la base de comunicaciones de
casos el riesgo de trombocitopenia asociada con la vacuna puede ser más alto en
individuos que presentaron antes trombocitopenia, en especial cuando ésta
mostró asociación temporal con la vacunación previa con MMR. La decisión de
vacunar a estos niños depende de la evaluación de la inmunidad después de la
primera dosis y los beneficios de la protección contra el sarampión, la
parotiditis y la rubéola, respecto de los riesgos de la recurrencia de la
trombocitopenia después de la vacunación. No se ha comunicado ningún caso de
trombocitopenia asociada con vacuna MMR que haya provocado la muerte en
individuos por lo demás sanos.
Administración
reciente de inmunoglobulina. Los preparados de IG interfieren con la respuesta
serológica a la vacuna antisarampionosa durante períodos variables, lo que
depende de la dosis de IG administrada. En el Cuadro 55) se muestran los
intervalos sugeridos entre la administración de IG o derivados hemáticos y la
vacunación antisarampionosa. Si la vacuna se administra con intervalos más
cortos que los indicados, lo que puede estar justificado si el riesgo de
exposición a sarampión es inminente, se debe revacunar al niño cuando haya
transcurrido el intervalo apropiado para la vacunación o más adelante (y por lo
menos cuatro semanas después de la inmunización previa), a menos que la
investigación serológica indique que se produjeron anticuerpos específicos
contra el sarampión.
Si
se va a administrar IG para prepararse para un viaje al extranjero, la
vacunación debe preceder a la administración de IG en no menos de dos semanas
para impedir la interferencia con la replicación del virus de la vacuna.
Tuberculosis. La intradermorreacción tuberculínica
no es un requisito para la vacunación antisarampionosa. Se debe iniciar
tratamiento contra la tuberculosis antes de administrar MMR a individuos con
infección o enfermedad tuberculosa no tratada. La intradermorreacción
tuberculínica, si por lo demás está indicada, se puede efectuar el día de la
vacunación. De lo contrario, se la debe posponer durante 4-6 semanas, pues la
vacuna antisarampionosa puede suprimir de manera transitoria la reactividad de
la intradermorreacción tuberculínica.
Alteración
de la inmunidad. Los pacientes inmunosuprimidos con trastornos asociados con
mayor gravedad de las infecciones virales no deben recibir vacuna
antisarampionosa de virus vivos. Es posible reducir el riesgo de exposición a
sarampión de los pacientes inmunosuprimidos vacunando a sus contactos cercanos
susceptibles. El conocimiento previo de su estado de inmunidad puede facilitar
el manejo de los pacientes inmunodeficientes e inmunosuprimidos expuestos a
sarampión. Los pacientes susceptibles con inmunodeficiencias deben recibir IG
tras la exposición a sarampión.
Corticosteroides. En los pacientes que han recibido
altas dosis de corticosteroides (>2 mg/kg o >20 mg/día de prednisona o su
equivalente) durante 14 días o más y que no presentan otro tipo de
inmunosupresión el intervalo recomendado antes de la vacunación es de por lo
menos 1 mes. Por lo general los esteroides inhalatorios no provocan
inmunosupresión y no son una contraindicación de la vacuna antisarampionosa.
Infección por virus de la
inmunodeficiencia humana.
Se recomienda vacunación antisarampionosa (administrada como vacuna MMR) a las
edades habituales para los individuos con infección por HIV asintomática y para
aquellos con infección sintomática que no presentan inmunosupresión grave, pues
el sarampión puede ser grave y a menudo fatal en pacientes infectados por HIV.
Los lactantes, los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes infectados por
HIV con inmunosupresión grave, definida por bajos recuentos de linfocitos T
CD4+ o porcentaje de linfocitos totales, no deben recibir vacuna con componente
antisarampionoso, pues se ha comunicado neumonía relacionada con la vacuna.
Todos los convivientes de una persona infectada por HIV deben recibir vacuna
antisarampionosa (preferiblemente, como MMR) a menos que est6n infectados por
HIV y tengan inmunosupresión grave, hayan nacido antes de 1957, hayan
presentado sarampión diagnosticado por un médico, tengan evidencia de
laboratorio de inmunidad contra el sarampión, hayan recibido vacunas apropiadas
para la edad o tengan una contraindicación para recibir vacuna
antisarampionosa.
Independientemente
del estado de inmunización los pacientes infectados por HIV sintomáticos
expuestos a sarampión deben recibir profilaxis con IG porque la vacunación
puede no conferir protección.
Antecedentes personales o familiares
de convulsiones. Los
niños con antecedentes personales o familiares de convulsiones deben ser
vacunados después de advertir a los padres o los tutores que el riesgo de
convulsiones después de la vacunación antisarampionosa es ligeramente mayor.
Dado que la fiebre inducida por la vacuna antisarampionosa suele aparecer a los
6-12 días de la vacunación es difícil prevenir las convulsiones febriles
relacionadas con la vacuna. Los niños medicados con anticonvulsivantes deben
continuar con este tratamiento después de la vacunación antisarampionosa.
Embarazo. No debe administrarse vacuna
antisarampionosa de virus vivos, ni como vacuna monovalente ni como un
componente de MR, MMR o MMRV, a las embarazadas. Las mujeres que reciben MMR no
deben quedar embarazadas durante por lo menos 28 días. Esta precaución se basa
en el riesgo teórico de infección fetal, que se aplica a la administración de cualquier
vacuna de virus vivos a mujeres que podrían estar embarazadas o pudieran quedar
embarazadas poco después de la vacunación. De todos modos, ninguna evidencia
avala este riesgo teórico. Cuando se vacuna a adolescentes y adultos jóvenes
contra el sarampión se recomienda preguntarles a las mujeres si están
embarazadas, excluir a las que lo están y explicar los riesgos teóricos a las
otras.
VIDEO: El Estado chileno también ha sido
demandado por padres de hijos autistas tras su vacunación con mercurio: http://www.youtube.com/watch?v=B7FZ9LuzZSo
Quien
así habla es Manuel García. Su hijo Alejandro nació en junio de 2006 en
Alicante y se desarrolló muy sano, como apuntaba su pediatra, hasta los 15
meses de vida.
"Entonces
vimos cómo Alejandro se alejaba de nosotros progresivamente: dejó de hablar,
nunca se giraba cuando se le llamaba, no miraba a los ojos, se despertaba
cuatro cinco veces por la noche con ‘pesadillas' y sus cacas eran bolas negras
y duras como piedras. Cada día daba un pasito hacia atrás tras haber recibido
las 24 vacunas que le inyectaron en sus 18 primeros meses de vida",
comenta Manuel.
También
sufría estereotipias, patrones de comportamiento repetitivos como mirar de
reojo por sistema, darse cabezazos contra la pared, aletear de manos o girar
sobre sí mismo sin parar. Sin antecedentes familiares, con un embarazo correcto
y vida normal hasta ese año y medio de vida, los padres de Alejandro han
removido cielo y tierra y han cambiado en varias veces de pediatra para saber
qué le ocurre. Le han hecho todas las pruebas posibles (electroencefalograma,
resonancia magnética craneal, potenciales evocados auditivos, pruebas
genéticas) y su diagnóstico es Trastorno Generalizado del Desarrollo".
Estos
padres preocupados han encontrado médicos que conocen la posible relación del
mercurio con esta enfermedad.
"Los
doctores han analizado metódicamente el organismo de Alejandro. Según las
pruebas que le hicimos en España, Alemania y Estados Unidos lo objetivo y
evidente es que el resultado del análisis de orina muestra cinco veces más
mercurio de lo ‘normal'; 5,01 mcg/g de creatina cuando debería estar por debajo
de 1. Las muestras de cabello indican que el niño tiene doce veces más mercurio
de lo ‘normal', 4,8 mcg/g cuando debería estar por debajo de 0,4. El equipo
médico que trata a Alejandro, incluso técnicos de laboratorios en
conversaciones telefónicas me han dicho que los niveles de mercurio son tan
elevados que estadísticamente solo puede ser debido que se le haya
inyectado".
Las
investigaciones del equipo técnico contratado por los padres afirman que a los
seis meses de vida Alejandro había recibido, a través de las vacunas, seis
veces más mercurio del establecido por los distintos organismos
internacionales. Hoy, gracias a los tratamientos biológicos que el niño está
recibiendo Alejandro ya no tiene estereotipias, controla esfínteres, empieza
hablar y su comportamiento se ha normalizado. En seis meses Alejandro ha
recuperado mucho del tiempo perdido y, aunque sus padres todavía están inmersos
en esta pesadilla, están muy animados pues saben de otros padres que han salido
del infierno en la tierra que ha supuesto para ellos esta experiencia.
"A
día de hoy ni los laboratorios farmacéuticos ni Salud Pública de la Comunidad
valenciana me han dicho qué contenían exactamente las vacunas que le
inocularon. Las autoridades tienen la obligación de informarnos. ¿Qué
componentes van a inyectar a nuestros hijos? ¿Qué efectos secundarios pueden
tener? ¿Son efectivas esas vacunas, pueden dejar trazas residuales en el
organismo? ¿Qué proceso experimental han seguido? Y ¿qué alternativas de
vacunación tenemos?", concluye el padre de Alejandro.
Gráfico: La polio, la varicela y la difteria
estaban en declive antes de la introducción de las vacunas. La vacunación
obligatoria en Inglaterra y Gales resultó en un enorme aumento de la
enfermedad. La fiebre tifoidea se extinguió sin ningún programa de vacunación.
LOS GRANDES NEGOCIOS PRESIONAN PARA
MÁS VACUNACIONES
Los
niños de los Estados Unidos representan la población más vacunada en todo el
mundo. Las multinacionales farmacéuticas proporcionan millones de dólares para
la creación de organizaciones tapadera como "All Kids Count"
("Todos los niños cuentan") y "Immunization Action Coalition"
("Coalición de Acción para la Inmunización"), grupos con nombres
neutrales y amigables que disfrazan los fondos farmacéuticos detrás de su
mandato de promover la vacunación.
Las
vacunas producen billones de dólares al año para las compañías farmacéuticas,
en parte porque el gobierno financia campañas de vacunación masiva comprando
las vacunas con el dinero de nuestros impuestos y aparte dando más millones de
dólares a los departamentos de salud con el objetivo de alcanzar la vacunación
al 100%. Si no obtienen resultado, el dinero puede ser retirado del Estado. El
resultado de toda esta cantidad de dinero disponible para autoridades de salud
estatales es una enorme presión que se aplica a los colegios, que a su vez
presionan a los padres requiriendo pruebas de vacunación para la entrada a
colegios en cualquier nivel de desarrollo del niño.
RESISTENCIA
A
pesar de todo esto, la resistencia a los programas de vacunación está creciendo
y millones de padres están cuestionando tanto la ciencia que subyace a ésta
como los preocupantes efectos secundarios que produce.
Un
estudio de 2003 concluyó que el 93% de los pediatras y el 60% de los médicos de
familia informaron de al menos una familia que había rechazado una vacuna para
su hijo. Cuando un padre o una madre eligen limitar o salirse del programa de
vacunación, una gran variedad de respuestas oficiales se han dado que van desde
no presentarse dificultades, hasta el extremo opuesto, amenazas oficiales de
cargos de abandono médico del niño. En EEUU, es un hecho desafortunado que los
hijos cuyos padres han rehusado vacunarles han sido echados de la oficina del
médico e incluso se le ha denegado la entrada a un colegio. En casos extremos,
oficiales han acusado a los padres de abandono médico del niño y los han
obligado a ir a juicio para conservar el derecho de criar a su hijo
("¿Dónde está la libertad en ese país libre que llaman EE.UU.?")
Pero
también es verdad que muchos padres no reciben resistencia de las autoridades y
su derecho de rechazo de las vacunaciones no es desafiado, siempre y cuando
sigan las leyes del respectivo estado para la exención.
CÓMO RECHAZAR LA VACUNACIÓN
Como
este corto artículo no puede examinar cada vacuna, si tiene algunas preguntas
sobre una vacuna específica, por favor lea las referencias y la lista de
lecturas recomendadas al final de este artículo. Aunque el sistema de salud
recomiende o presione hacia la vacunación, las vacunas no son "requeridas
legalmente". Nadie tiene la autoridad legal de vacunar a su hijo en contra
de sus deseos. Si el nacimiento tiene lugar en un hospital, puede establecer
los impresos de tratamiento médico o su plan de nacimiento, y claramente hacer
constar que no quiere ninguna vacuna para su hijo mientras esté en el hospital.
Debería también comunicar su petición al personal de todos los turnos, si usted
misma no puede, su esposo o abogado pueden encargarse de comunicar sus deseos
de forma clara y directa.
Una
vez su hijo ha nacido, la presión para vacunarle viene generalmente sólo del
sistema de salud. Médicamente, usted es totalmente libre de tomar cualquier
decisión en cualquier momento que usted sienta que es mejor en cuanto al plan
de vacunación de su hijo. Sin embargo, si usted elige no vacunarle, muchos
médicos pueden mentirle diciendo que las vacunas son obligatorias o asustarle
con estadísticas exageradas sobre los peligros de la no vacunación, e incluso
decirle que puede que no acepten a tu hijo en la guardería o el colegio. Pero
todo esto que pueden decirle no es la verdad, son sólo los únicos argumentos
falsos que les quedan para perpetuar la vacunación y convencerle, ya que
actualmente en nuestra sociedad la vacunación no tiene realmente ninguna ventaja,
pero sí muchos inconvenientes, ya que es la causa de enfermedades crónicas
graves infantiles como el autismo, la hiperactividad y trastornos del sistema
inmunitario (asma, alergias), entre otras. Desafortunadamente la nata y la
fresa de la práctica pediátrica son las numerosas visitas de "niño
sano" que incluyen la vacunación durante el desarrollo de tu hijo.
Los
colegios y guarderías privados tienen sus propias normas y pueden o no rechazar
a niños que no han sido vacunados. Los colegios públicos, sin embargo, no
suelen rechazar a niños no vacunados o parcialmente vacunados, pero en caso de
que sí se encuentre con este rechazo, la solución es preparar una exención
legal, que es simplemente un documento de objeción de conciencia. Hay tres
tipos de exenciones: filosóficas, médicas y religiosas.
Una
vez ha comprobado las leyes de su estado respectivo, puede elegir el tipo de
exención que se adapta mejor a su situación. Es muy importante presentar los
documentos adecuados al colegio para que tu negativa a la vacunación no sea
interpretada como abandono parental. Una exención filosófica generalmente
requiere una breve carta simplemente informando de que usted objeta a la
vacunación. La exención religiosa también requiere una carta, pero algunos
estados estipulan que usted debe ser un miembro practicante de una religión que
específicamente se opone a la vacunación. La exención médica es a menudo la más
difícil de obtener porque los médicos están sujetos a revisión y censura por
las autoridades médicas estatales cuando conceden exenciones. En algunos casos
las exenciones médicas pueden ser obtenidas de la enfermera del colegio, y son
muchas veces más fáciles de obtener que las de un médico.
Felizmente,
simplemente firmando y mandando la exención es generalmente todo lo que se
necesita. Algunas cartas de exención deben ser notariadas y redactadas en
borrador como una declaración jurada firmada. Y algunos registros de
inmunización de colegios tienen una sección de exenciones en la solicitud
misma, que tú simplemente puedes rellenar. Aquí está el ejemplo de uno en
California: www.dhs.ca.gov/publications/forms/pdf/pm286b.pdf. Para ejemplos de
cartas de exención en todos los posibles escenarios y estados ir aquí:
Cuando
se discute la decisión de no vacunar, es mejor permanecer en calma, cortés y
diplomático, incluso enfrente de la ignorancia y de la resistencia de las
autoridades. No entre en discusiones con las autoridades y atraiga la atención
sobre tu decisión. No hay necesidad de adjuntar documentos a la exención
probando la evidencia de problemas con la vacunación o explicando tus razones
de rehusarla, usted simplemente quiere una exención para su hijo.
Por
encima de todo, recuerde que está amparado por la Constitución y por las Leyes
para aceptar o rechazar un procedimiento médico que implique la posibilidad de
riesgos. No admita ser intimidado a administrar una vacuna sin su
consentimiento, ninguna autoridad tiene el derecho legal de vacunar a su hijo
sin su permiso. Si lo hacen, se abren a sí mismos a responsabilidad legal y
usted tiene todos los recursos de la ley detrás suyo. En el caso de que
experimente resistencia, ellos son los que están incumpliendo la ley, no usted.
No se sienta coaccionado o intimidado en vacunar a su hijo, es su elección y su
derecho de hacer lo que crea que es mejor.
INMUNIDAD NATURAL
Aquellos
de nosotros que estamos involucrados en la Fundación de Weston A. Price,
tenemos un entendimiento profundo de las mentiras y distorsiones que varias
fuerzas corporativas y gubernamentales usan para controlar nuestras elecciones
alimenticias. Las bases de la Campaña para la Verdadera Leche (Campaign for
Real Milk) empezaron con una investigación de los hechos de la situación, se
analizó cómo los medios de comunicación y el negocio agrícola distorsionaron la
verdadera historia de la leche cruda y pasteurizada, se organizó una campaña
para la libertad de elección, y se apoyó a los ganaderos que se comprometieron
a producir leche cruda.
Son
los mismos tipos de distorsiones y propaganda sobre los medicamentos y las vacunas
a los que a menudo se les hace la vista gorda en el colectivo de gente
interesada en alimentos naturales. El doctor que les dice a los padres que la
leche cruda le dará tuberculosis a su hijo es el mismo que les asegura que las vacunas
son inocuas, efectivas y nada sobre lo que preocuparse.
Sabemos
que los niños de las numerosas culturas que Weston A. Price estudió no
necesitaban vacunas; crecían con una energía vibrante, saludables, y fuertes,
capaces de luchar contra enfermedades infecciosas mientras que mantuvieran sus
dietas originales y nativas. Si algún niño estuviera en peligro de tener una
enfermedad infecciosa tenemos a nuestra disposición muchas herramientas
poderosas: alimentos curativos densos en nutrientes junto con homeopatía,
acupuntura, herbalismo y naturopatía, todos ellos sistemas de curación basados
en la naturaleza que tienen en cuenta el buen estado total de toda la persona
para restablecer y mantener la verdadera salud. La reciente avalancha de
escándalos de medicamentos exponiendo muertes y daños debidos a fármacos
aprobados totalmente por la FDA demuestra un perjuicio mucho mayor que los
problemas específicos con medicamentos particulares.
La
medicina Occidental opera bajo la suposición de que medicamentos y vacunas
sintéticas y modificadas genéticamente curan al enfermo y protegen a los
jóvenes de la enfermedad, un supuesto que se espera que los padres acepten sin
cuestionar. Pero en lo que se refiere a su hijo, usted es el experto más
cualificado para decidir lo que es mejor para él, basándose en su inteligencia
y su sentido común, de la misma forma que nosotros luchamos por nuestro derecho
a comer comida real.
Fuentes: Lynne Born, lacoctelera.net
[1] Barbara Loe Fisher,
National Vaccination Information Center, http://www.909shot.com/. Nevada
County, California, tiene el porcentaje
más alto de niños sin vacunar en el estado de California, proporcionando un
escenario ideal para este simple estudio.
[2]
Por su excelente colección de cientos de artículos publicados y revisados por
pares sobre los peligros, los efectos secundarios y la ineficacia de la
vacunación, ver: Vaccination: 100 Years of Orthodox Research shows that
Vaccines Represent a Medical Assault on the Immune System, by Viera Scheibner,
Ph.D., 1997. (Vacunación: 100 años de investigación ortodoxa muestran que las
vacunas representan un asalto al sistema inmunitario). Artículo disponible de
New Atlantean Press, 505-983-1856. Ver también cualquiera de los excelentes
libros de Neil Z. Miller, incluyendo: Vaccines: Are They Really Safe and
Effective?, 2002 (Vacunas: ¿Son realmente seguras y efectivas?). Visita esta
web para libros adicionales:http://www.thinktwice.com/.
[3]
Incluso el doctor Jonas Salk, quien desarrolló la primera vacuna de la polio
admitió bajo juramento que la mayoría de los casos de polio en los Estados
Unidos desde 1961 fueron realmente causados por la vacuna.
[4]
David Kessler, Introducing MedWatch: A new approach to reporting medication and
device adverse effect and product problems, Journal of American Medical
Association, July 2, 1993, 269(21): 2765-68.
[5]
Mientras que las muertes se sucedían una tras otra en marzo y abril de 2003,
los titulares leían así: "La primera muerte: Enfermera muere tras la
vacunación contra la varicela"; "El segundo trabajador muere de
ataque al corazón después de la vacunación contra la varicela"; y
"Juez resuelve que las vacunaciones [contra la varicela] contribuyeron a
la muerte del militar". (Una búsqueda en Internet fácilmente revela estos
artículos). Sin embargo, por junio de 2003, los artículos de los medios de
comunicación dominantes no sólo estaban ignorando las muertes tempranas,
continuaron usando las viejas e imprecisas cifras de una o dos muertes por
millón en lugar de las nuevas actualizadas, las verdaderas que habían llegado a
ser evidentes durante este programa de vacunación.
[6]
Merck & Co. 1993 product insert for Recombivax HB.
[7]
1997 Illinois Board of Health hearing, The Congressional Quarterly, August 25,
2000, pg. 647.
[8]
Barthelo Classen, M.D., CEO of Classen Immunotherapies Inc. Epidemiologic study
in the New Zealand Medical Journal, 1996.
[9]
Ver http://www.909shot.com/History/Newsletters/hepbnlr.htmpara una información más
detallada sobre los peligros y riesgos de la vacuna Hepatitis B.
[10]
National Vaccination Information Center,http://www.909shot.com/; Think Twice
Global Vaccine Institute,http://www.thinktwice.com/.
[11]Ver
http://www.thinktwice.com/stories.htm,http://www.mothering.com/articles/growing_child/vaccines/wake.html.
[12]
El concepto de que las enfermedades epidémicas fueron erradicadas por reformas
sanitarias es reforzado cuando los desastres naturales destruyen los servicios
sanitarios y las carreteras, trayendo epidemias con el colapso de la
infraestructura. La vacunación no termina con las epidemias, sólo el
restablecimiento de los servicios básicos restablece la salud.
[13]
Puedes ver las tablas que muestran el descenso de las epidemias en mi artículo
"Smallpox Vaccine has the Pox":
http://www.mothering.com/articles/growing_child/vaccines/wake.html,
julio-agosto 2003.
[14]
Para un estudio exhaustivo sobre el desarrollo fraudulento y sin rigor
científico de la vacuna de la varicela, ver mi artículo al que se hace
referencia en la nota nº 13.
[15]
Ver Immunization, The Reality Behind the Myth, by Walene James, 1995, Chapter
10 "Appointment with Tyranny", que trata de una batalla en los
tribunales sobre el derecho de no vacunarse en 1981.
[16]
Ver How To Raise a Healthy Child In Spite of Your Doctors (Cómo criar a un niño
sano a pesar de tus médicos), por Robert Mendelsohn, M.D., una excelente fuente
sobre la paternidad sin vacunaciones.
[17]
El Dr. Joseph Mercola ha escrito un excelente artículo que detalla cómo ejercer
resistencia en tu estado: How to Legally Avoid Unwanted Immunizations of All
Kinds (Cómo evitar legalmente inmunizaciones de cualquier tipo),
http://www.mercola.com/article/vaccines/legally_avoid_shots.htm